EUROPEA
La gestión colectiva es solidaria, eficiente, transparente y democrática. Y todo ello es más cierto que nunca en el contexto digital, como ha entendido muy bien la Unión Europea, cuyas instituciones han impulsado una Directiva específica que precisamente consagra el modelo de gestión colectiva como garante de la protección de los derechos de los creadores europeos y de su independencia, frente a la asfixiante presión de las grandes corporaciones extracomunitarias.
La Directiva 2014/26/UE, relativa a la gestión colectiva, afirma en su considerando tercero que «las organizaciones de gestión colectiva desempeñan y deben seguir desempeñando un papel importante como promotoras de la diversidad de la expresión cultural, tanto al permitir a los repertorios de menor volumen y menos populares el acceso al mercado como mediante la prestación de servicios sociales, culturales y educativos en beneficio de sus titulares y del público».
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